COLORIDO - (Elsa Tebere)


              Voy a pintar mi casa
                  la de los sueños!
Aquellos inconclusos y recurrentes
       la del tibio suspiro estrellas
la de esos abrazos incandescentes.

    Voy a guardar,
la llave de aquel olvido,
aquel olvido que me vistió de lágrimas...
una mañana.
Pondré colores tiernos a mis latidos,
y cubriré de rosas... mi blanca cama.

Voy... a pintar... 

la muralla de lo imposible!
con la mágica gama de mis deseos,
haré que ella se cubra de lo invisible
para así, traspasarla en este Enero.

Traeré azucenas rojas, para mi mesa blanca,

blanca..., 
por la alborada que se aproxima,
y colgaré en la puerta de mi morada,
el penetrante aroma de las glicinas.

El fucsia será dueño de mis altares,

en donde Dios sirve, con alegría para mi boca,
todos esos manjares que 
en un regio regalo me da la vida

Y si de algo acaso, yo me olvidare...

celestes nomeolvides
en las paredes,
cubrirán... las nostalgias, y los pesares.

Invitaré feliz a mi blanca mesa,

a todos esos niños desposeídos,
para que pongan canto a sus tristezas,
y tomen de mi alma, 
su colorido!

Todos estos deseos 

los pongo en manos 
del majestuoso Creador del Universo,
del que sin su auxilio, 
mi canto seria vano,
y no habría matices 
para mis versos

MUSA

Mi musa llego cuando vi la vinculación de la mirada entre el artista y su obra, ello me condujo a escribir es poema dedicado a la Musa del escultor José Ángeles, y a todas las musas.

             Heme aquí reina mora,
           que montada en un elíseo
     recorres las esquinas de mi alma,
                 enhebrando la idea,
       que dará forma a mi creación
                 Aquí estoy querida
                     por fin llegaste,
                sentí, un atisbo de ti,
         y clavo mis ojos en tu regazo
para que sientas cuanto, te necesito.

         Aquí contigo, juntos!
                                      con este insaciable deseo de disfrutarte.
                                                Dispuesto a dejarme seducir
por tu embriagadora e insultante provocación.

Cuando no estás,
te busco entre los entresijos de mis entretelas,
de mi casa
de mi balcón
de  mi habitación
de mi alma
de mi alma...

Devastador sentimiento de soledad
de insaciable búsqueda.
El vacío, me embarga.
La soledad me abandona.
Y el eco de la nada ocupa mi mente,
mi alma, mis emociones.

Solo estoy,
en ese momento de arrebatadora desesperación
de ansia de encontrarte,
cuando todos mis vacíos afloran
sintiéndome, un nadie,
apareces…  

Apareces como Luz Mariana a mi boca,
a mis ojos,
a mis oídos,
a mis manos
y permites que te esculpa
siempre con el miedo a tu abandono.
A que desaparezcas de mis sentires.
A que no pueda retenerte

Esos son,
los tiempos del éxtasis, de mi creación,
cuando tu y yo,
somos uno.

Te compraría!,
como a una esclava oriental,
para que no me abandones cuando más te necesito,
para que no intuya tu adiós mientras te disfruto,
para que ese obsesivo  reloj de arena que golpea mi alma
deje de chivarme al oído que necesitarte,
es como visualizar la ensoñación del oasis en el desierto.

Para…
para que no me dejes, nunca!
porque,
cuanto más cerca de mi piel te siento,
desapareces.!
Regresa…!

En ocasiones,
te siento entre mis sueños,
en los rincones de mi conciencia,
de mi habitación,
de mi casa, de mi vida.

Espero tu llegada,
aquí o allá,
yo qué sé!

Tenerte
en mis sueños, en mis manos,
en mi pasado, en mi presente…
en mi futuro.

Mía,
solo, para mi, te quiero.

Y de repente aquí estamos,
a unos centímetros,
solos, tu y yo,
contándonos
nuestros secretos,
susurrándonos misterios.
Re descubriéndonos!.

Eres única!
sensible, chivata,
extraordinaria.

Ya ves!
me haces sentir amado.
Idolatrado, envidiado,
admirado, majestuoso...!

Tenerte..., 
es alcanzar el todo espiritual.

Querida…
eres,
el tesoro más codiciado de mi obra.

Musa de mi vida.
Musa eterna.
Mi musa...

Aquí, tan cerca…

RASTRO - (español y en francés)

       Rastro de mi vida
que me obligas sin descanso
            a visitarte.

        Me reclamas,
 me pides que te traiga,
       que te consiga
que te busque…
no sé qué cosa,
que al parecer, no tengo,
que resulta imprescindible, para sobrevivir,
de acuerdo con mi vinculo contigo.

No soy Reina,
princesa
o duquesa,
soy yo,
un alguien normal….

No quiero riquezas
sólo quiero el fiel de mi balanza
en su justo equilibrio.

Ay… rastro de mi vida!,
dónde vives?

Cómo hacer?
para acceder a ti.

A veces en mi continuo observar,
vislumbro una pequeña luz,
que escapa del filtiré de un viejo y oxidado farol,
que ilumina mis silencios.

De repente y sin saber el cómo,
desapareces y me pierdo de nuevo
entre los misterios de mi existencia.

Querido rastro,
verás,
resulta que…,
preciso… algunas cosas...

Pienso visitar alguno de tus puestos,
esos que a la vista resultan viejos,
antiguos,
desatendidos.

Quizá alguno de ellos
guarde, y yo encuentre,
lo que preciso.

Traigo una pequeña lista,
la escribí mientras miraba al mar ,
y no veía su agua,
sin ver el Cielo aunque lo exprimía
esperando una señal.

Sí,
una señal
aquella que me permitiera…,
comprender, admitir,
ponerme en acción
averiguar,
qué es?,
lo que realmente preciso,
añoro,
perdí,
quiero,
o me corresponde,
para vivir en perfecto equilibrio
con mi fiel personal.

Quién mejor que él,
para tener siempre a mano
un té con menta,
caliente y azucarado en su justa medida.
Servido en fino cristal tallado,
para calentar mi alma y el vacio
de mis poblados desiertos.

Ra,
se ocupa de vestir con Arco Iris,
el tallado cristal que acoge el aromático te,
al hilo de la batuta que sutilmente
soportan mis dedos,
y que al compás del cuatro por cuatro
asciende a mis labios.

Entre algunas cosas
precisaría encontrar
un poco de protección,
unos gramos de amistad,
un todo de familia,
unas monedas de oro,
para cubrir esas obligadas necesidades vivenciales.

Un algo de diversión,
un más de cultura
y unas onzas de arte que me permite vivir,
exaltando y disfrutando mis emociones,
todo ello,
con… el debido respeto.

Crees que habrá disposición en tus haberes de rastro,
de un poquito
de cada una de estas preciosas antigüedades?

Sí,
parece que ya no se llevan pero,
nada como ir al Rastro
y comprar…
aquello que necesitamos y no usamos
o las que deseamos,
y nunca tendremos, eso sí,
a buen precio!
Porque... tú sabes que,
el valor nosotros se lo daremos.

Todo depende del precio,
que estemos dispuestos a pagar
por vivir.

Ay… rastro de mi vida!,
Dónde vives?

*****


VESTIGES

Vestiges de ma vie,
sans repos, tu m’obliges,
a te rendre visite.

Tu me réclames,
tu me demandes que je te ramène,
que je t’obtienne,
recherche pour toi,
un je ne sais quoi…
qu’il semble, je n’ai pas,
et pourtant, si précieux pour survivre,
en harmonie avec toi.

Je ne suis ni Reine,
ni Princesse
ou bien Duchesse,
je suis moi,
un banal quelqu’un…

Je ne veux pas être riche,
j’aspire seulement, à ce que ma propre balance
trouve son juste équilibre.

Ay…vestiges de ma vie,
où vis-tu?
comment faire?
pour accéder à toi’.

Quelques fois, lors de mes constantes contemplations,
je distingue au loin
une lumière ténue,
qui s’échappe d’un vieux phare oxydé;
elle illumine mes silences

Soudain et sans savoir comment,
tu disparais à nouveau,
et je me perds dans les mystères de mon existence.

Cher vestige,
vois-tu,
il résulte que…
j’ai besoin… de certaines choses…

J’ai l’intention de visiter quelques-uns de tes relais-étapes
ceux-là même, qui à première vue, semblent si vieux,
anciens,
abandonnés.
  
Peut-être, l’un d’eux
conservera en lui et je trouve enfin
ce dont j’ai besoin…

J’apporte une petite liste
écrite en regardant la mer.
sans voir ses Eaux
sans voir le Ciel, je m’exprimai
dans l’attente d’un signe

Oui,
un signe qui me permette
de comprendre, d’admettre,
me mettre en action,
vérifier,
mais quoi?
ce dont j’ai réellement besoin,
je regrette
j’ai perdu,
ce que je veux
ou ce qui me va bien,
pour vivre en parfait équilibre
avec moi-même.

Qui mieux que lui
pour avoir toujours sous la main
un thé à la menthe
chaud et sucré à sa juste mesure?
servi dans un délicat verre de cristal,
réchauffant mon âme et le vide
de mes déserts recoins.

Ra,
s’occupe de vêtir d’un Arc en Ciel
le cristal taillé qui reçoit le thé aromatique.
Au fil de la baguette, tenue délicatement
par mes doigts,
sur un rythme à quatre temps,
il s’élève jusqu’à mes lèvres.

Entre autres choses,
j’aurais besoin…
d’un peu de protection,
quelques grammes d’amitié,
la sérénité dans ma famille,
et de pièces d’or,
pour subvenir aux nécessités existentielles.

Et aussi…
un peu d’amusement
un peu plus de culture
et quelques pincées d’art, qui me permettraient de vivre
dans le plaisir et l’exaltation de mes émotions.
tout cela,
avec… le respect qui t’es dû.

Tu crois qu’il y aurait de la place dans tes habilités de vestige
pour une parcelle
de chacune de ces précieuses reliques ?

Oui.
Il semble qu’on ne les porte déjà plus, mais
rien n’empêche d’aller aux Vestiges
et d’acheter…
tout ce dont nous avons besoin et n’usons pas,
ou ce que nous désirons
et n’aurons jamais, c’est clair,
a un bon prix !
parce que… et tu le sais bien…
la valeur, c’est nous même qui la fixerons.

Tout dépend du prix
que nous sommes prêts à payer
pour vivre.

Ay… vestiges de ma vie
où te caches-tu ?